Ruta internacional, algo que es muy fácil y posible desde nuestra comunidad
autónoma, por la cercanía y por las impresionantes carreteras, rodeado por naturaleza
y buenas curvas para la actividad motera, aunque en este caso el día amenazaba
lluvia, decidimos continuar con la planificación que habíamos realizado para
este viaje, e iniciar esta escapada que nos llevaría por tierras lusas, durante
una jornada completa.
Para llegar al punto de encuentro
donde nos uniríamos a nuestros compañeros, nosotros iniciamos la ruta desde
Salamanca, una hora antes de lo que teóricamente sería necesario, para aprovechar una
primera parada en Ledesma, donde la jornada comenzó de la mejor forma posible,
con un desayuno de campeonato, tostadas con aceite y tomate, zumo y café.
El almuerzo nos da la fuerza
necesaria para realizar la totalidad de la ruta que, tal como hemos comentado
anteriormente, nos llevaría por zonas de nuestra región, aunque al atravesar el
Río Duero, nos metería por tierras Portuguesas.

Desde aquí comenzamos la ruta
internacional, aunque nos quedaba atravesar la localidad de Fermoselle, donde
nos vimos envueltos en la anécdota del viaje… al acercarnos a esta localidad
comenzamos a observar gran cantidad de vehículos, algo extraño, dado que
numerosos coches y camiones de transportes estaban parados, y la gran mayoría
de ellos con el motor en marcha, pero no debido al sistema START-STOP.
Nos miramos unos a otros, y con
cuidado iniciamos una serie de rebasamiento de vehículos con el fin de avanzar,
decir que por el carril izquierdo no venía ningún vehículo, por lo que pensamos
en algún accidente, ya que no había ninguna señal de obras o algo por el
estilo.
Tras avanzar por el carril
izquierdo con sumo cuidado, llegamos hasta la cabeza de la fila de vehículos,
donde agentes de tráfico se encontraban controlando ambos lados de la calzada,
y para nuestra sorpresa, la carretera cortada, causa del embotellamiento, por
unas balizas y paredes de madera en forma de burladeros, por donde comenzamos a
ver que unos mozos corrían alrededor de unas reses, sorpresa, era un encierro.
Dado que no se podía hacer otra
cosa, paramos las motos, nos quitamos el casco y nos dispusimos a disfrutar de
El Encierro de Fermoselle, pasados unos minutos y una vez terminado el mismo, la
Guardia Civil nos informó que podíamos ir preparándonos, por lo que iniciamos
el proceso contrario, rutina de motoristas…, nos pusimos los cascos y motores de
nuestras motos en marcha, a la par de otras que llegaron con posterioridad, y
del resto de vehículos que nos rodeaban.
Tras abrir las puertas de las
vallas del camino por donde unos minutos antes habían corrido las reses, los
agentes de tráfico dieron paso, en primer lugar a las motos que nos
encontrábamos a la espera, para despejar la zona, y posteriormente con más
tranquilidad al resto de vehículos que aguardaban el momento de iniciar la
marcha. Este hecho nos ayudó en nuestro camino, dado que durante el tiempo de
espera fueron numerosas las personas que se unieron para poder pasar de un lado
al otro de la zona de carretera cortada.
Pasada la anécdota retomamos
nuestro camino hacia el país vecino, Portugal, aunque antes realizamos una
parada “Obligada” en la Presa de Bemposta, la cual sirve de paso entre España y
Portugal, salvando la frontera natural, El Río Duero o Douro.
Como curiosidad sobre esta presa,
comentar que a finales del 2012, La Eléctrica de Portugal sorprendió a
propios y extraños al aplicar una
decoración de gran impacto visual, pintando de amarillo los muros de la presa situada
en el corazón del Parque Natural Arribes del Duero.
Una vez en Portugal nuestros
caminos se dirigieron hacia la Localidad de Mogadouro, y a partir de este punto
dirección Braganza donde era el punto elegido para tomar un refresco, momento
donde el calor se notaba y se observaba la necesidad de descansar los quince
minutos que duró ésta pequeña parada.

Nuevo destino, Vimioso, y posteriormente Miranda do Douro, en todo momento con buen tiempo, inmejorable para la actividad que estábamos desarrollando, sin tráfico y con numerosas curvas que se entrelazaban de derecha a izquierda y viceversa, unido a un estupendo asfalto. Solamente una pequeña pega, que está unido al inicio del otoño y a la zona con gran acumulación de árboles por la que realizamos la ruta, la pequeña acumulación de hojas secas en los extremos de la vía, que obligaban a tener mayor precaución.


Conquistada una parte de la terraza de la Brasería, comenzamos con la comida que nos habíamos ganado, compuesta por Arroz, Patatas fritas y Pollo a la brasa.



Poco quedaba ya para terminar nuestra ruta, aunque teníamos por delante una nueva misión, repostar, algo que a veces parece complicado, sobre todo cuando al pasar la frontera pudimos comprobar como las dos gasolineras que teníamos localizadas habían cerrado, quedando solamente los esqueletos de lo que anteriormente habían sido las tiendas, estructuras y surtidores, así que sin más miramientos, nuestro objetivo era claro, lo primero repostar, antes de ir hasta Puente Pino, destino que recomendaron a nuestro compañero Sute.

Para llegar a este puente es
necesario ir hasta la localidad de Pino del Oro, en Zamora, conocida por sus
minas de oro las cuales fueron explotadas en época romana (s. I y II d.C.). Las
diferentes estructuras mineras antiguas se conservan en buen estado y han
contribuido a la formación de un paisaje singular y único en la Península
Ibérica, a partir de este punto tomar la carretera ZA-321 destino Villapedera
(o viceversa).


Por un lado, nuestros compañeros
de Valladolid, retomando nuevamente el camino ya andado, hasta Pinar del Oro,
para tomar la Autovía dirección Valladolid, y por el otro, en dirección
contraria a los primeros, nosotros, pasando por Villapedera-Bermillo-Ledesma y
posteriormente Salamanca.
Como nota final, comentar que la amenaza de lluvia y tormenta existía tanto por la mañana como por la tarde, y nos acompañó durante el recorrido a Valladolid o Salamanca, pero que por suerte no llegó a hacerse realidad, por lo que cada uno en su casa, seco y con ganas de una nueva experiencia.
Gracias a nuestros compañeros de
Valladolid, encabezados por Miguel (Sute), y por mi compañero Sebas de
Salamanca, con los que pude pasar una estupenda jornada en moto.
Heilig, enhorabuena por el reportaje de la ruta...
ResponderEliminarEl placer ha sido mio y que sigamos haciendo muchas rutas juntos.
Sebas
Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarHombre a Portugal llamarlo ruta internacional ¿ es un pelin exagerado no ? Que esta ahi al lado de Salamanca jejejeje muy bonita ruta y da gusto ver a los amigos reunirse para pasar un dia de ruta.
ResponderEliminarHace años hubiéramos atravesado la frontera... con control, claro.
EliminarGracias
Hace años hubiéramos atravesado la frontera... con control, claro.
EliminarGracias