
Como ejemplo de esto último tenemos el Parque minero de Riotinto, ubicado en
Minas de Riotinto, Huelva, parque con mucha historia, donde es fácil encontrarnos con una de las muchas minas a cielo
abierto.
Dicha zona geográfica fue protagonista de un gran auge industrial, presente en la "Revolución Industrial", pero también de la decadencia de la industria, hasta llegar al abandono de sus numerosas minas, medios, carreteras y vías.


Un pequeño resumen a modo de entrada de cada una de las posibilidades existentes.
- Museo Minero, edificio principal, antiguamente hospital, ubicado en el pueblo de Minas de Riotinto, donde se encuentran localizadas las taquillas de expedición de tickets para poder visitar el resto de puntos.
- Ferrocarril Minero, Máquina de Gasoil y cuatro vagones dispuestos para poder realizar un tour a través de las Minas de Riotinto, y paralelo al río del mismo nombre.
- Peña de Hierro, Mina actualmente sin uso industrial, de pequeñas dimensiones y destinada antiguamente a la extracción de metales. Se encuentra a unos 10 km de Minas de Riotinto, y unos 3 km de Nerva, es necesario desplazarse desde el museo en el propio vehículo, por accesos asfaltados.
- Casa 21, ubicada en el barrio de “Bella Vista”, dentro del complejo urbanístico creado por la empresa propietaria de las minas, para los responsables de la explotación, y conocido como el barrio inglés.

- 10:30 h – Visita al museo – 1,5 h, de forma tranquila y leyendo la información existente.
- 12:00 h – Inicio de la visita a Peña de Hierro – 1,5 h, por medio del vehículo privado y siguiendo a un coche guía se realiza desplazamiento (10 km) y visita, para retornar a la parada del Ferrocarril Minero.
- 13:30 h – Ferrocarril Minero – 1,5 h, recorrido de unos 12 km por tren, vías privadas, 15 minutos para poder contemplar a nivel de suelo el Río Tinto, y retorno al punto de partida. La visita finaliza a las 15.00 horas.
- 16.00 h - Hora de re-apertura de los museos y actividades del parque, momento que aprovechamos para visitar Casa 21, por libre, con una duración aproximada de unos 30 minutos.
Creo que es importante describir
cada una de las actividades, con el fin de intentar lo que en cada uno de los
casos puede verse, dado que estamos ante más de 5.000 años de historia de la
minería en la Península.
Debemos tener en cuenta que la
ubicación y el nombre de las minas y actualmente de la zona y parque, se deben
en todo momento al Río Tinto, presente y protagonista en toda la historia de
esta comarca, y por tanto de la actividad industrial y social que se ha
desarrollado. Este río se caracteriza por su color rojo cobrizo, debido a una serie de motivos que
explicaremos posteriormente.
En el interior del museo no está permitido la realización de fotografías, motivo por el que no se mostrará ninguna foto, salvo las dispuestas por el propio museo en la página web, como es costumbre en este blog.
Está compuesto por 16 salas que muestran la historia de la minería y de la sociedad de la
zona, desde sus inicios en época romana, así como una sala dedicada a los
diferentes metales que han podido extraerse de las entrañas de la tierra a
través de los años.
Sin duda sorprenden muchas cosas
en este museo, tan diferente a lo que podemos estar acostumbrados a ver en otro
tipo de museos, destacando, tras la sala de audiovisuales, las salas donde podemos contemplar una serie de metales y minerales que han sido extraídos de las entrañas de la tierra.
Posteriormente a las salas indicadas, vemos una puerta, que corresponde al acceso de una mina romana, reproducción, en la que, una vez accedes, puedes contemplar el sistema empleado por los
romanos para la extracción de metales en las minas, recorriendo unos 200 metros
bajo tierra para poder observar las diferentes galerías, cámaras y pozos,
característicos de este tipo de minas, así como las condiciones que los
trabajadores debían soportar en cada una de las jornadas. En el recorrido
también podemos ver máquinas y medios empleados por los romanos para la
extracción del agua del interior de la mina, y evitar las inundaciones.

A partir de este punto llegamos a
momentos más actuales, a través del mapa cronológico dispuesto en las
siguientes salas, a un ejemplo de una de las salas del hospital, con los medios
disponibles en la época de inicio de actividad, comunicaciones existentes y
ejemplos de equipos de extracción del mineral dispuesto en las minas.
Recorrido a través de la historia
de la minería, unido a problemas sociales y laborales durante el período de
explotación, así como los problemas por enfermedades existentes en los
trabajadores, pueden verse en diferentes áreas y salas del museo.

Sin duda un museo que merece la
pena.
Al finalizar la visita, nosotros
utilizamos todo el tiempo asignado, 1,5 h, y tras la llamada por megafonía, nos
dirigimos a nuestro vehículo, con el fin de seguir al coche guía, debiendo
tener cuidado dado que en esta ocasión contamos unos 30 vehículos para hacer la
visita, coches, furgonetas, auto-caravanas…, siendo el primer tramo más
complicado, dado que deberíamos cruzar el pueblo, a través de calles y
rotondas, con riesgo de perderse algún vehículo, aunque la organización
disponía de un coche guía y un coche en cola para minimizar dicho riesgo.
PEÑA HIERRO
La mina de Peña de hierro está
ubicada a unos 10 km de Minas de Riotinto, tratándose de una mina de cielo
abierto, si bien, actualmente, no se encuentra en proceso de explotación,
siendo la Fundación Río Tinto la propietaria de dicha mina, y utilizada con
fines turísticos.



Es una mina en la que se inició su actividad en época Romana, aunque con mayor explotación entre los siglos XIX y XX, período durante el cual, varias empresas fueron las propietarias y responsables de la extracción de los metales. La mina se clausuró en 1972.
Lo primero, tras acceder por su
puerta cerrada es adentrarnos por una galería minera completamente oscura, tras el encendido de unas pequeñas luces, iniciamos nuestro camino hasta llegar a una primera zona, donde observamos una estantería llena de cascos, que iremos tomando para ponerlos y poder seguir con la visita.

Siguiendo por la galería, única que podrá visitarse, llegamos al final de la misma, a una zona abierta, parecida a un balcón, desde donde se puede observar la mina a cielo abierto, y los restos de las voladuras que conseguían poner al descubierto los metales que eran extraídos.

Siguiendo por la galería, única que podrá visitarse, llegamos al final de la misma, a una zona abierta, parecida a un balcón, desde donde se puede observar la mina a cielo abierto, y los restos de las voladuras que conseguían poner al descubierto los metales que eran extraídos.

NOTA: Indicar que cerca de
Riotinto, por la carretera A-461 dirección Campofrío/Aracena, a unos 2
kilómetros de la localidad, se encuentra una mina en explotación, de similares
características, aunque de muchísimo mayor tamaño, donde la extracción del agua
es continua, pudiéndose ver desde la propia carretera, o desde el mirador existente, toda
la actividad que se desarrolla, y los diferentes niveles de extracción.
Hablando nuevamente de nuestra mina, la acumulación de agua, de la que anteriormente hemos hablado, consigue que comencemos a ver algo característico del Río Tinto, motivo
por el que dicho Río es famoso, y no es otra cosa que el color del agua, el color rojizo, común para el agua de la mina como la del propio río, debido a que la mina se encuentra cerca del nacimiento del río Tinto.
Personalmente pensaba que el
motivo del color del Río Tinto era la contaminación del mismo, algo extraño
cuando averiguas que realmente los romanos ya conocían este río por su color.
Tras la visita realizada, este concepto ha cambiado, gracias a las estupendas
explicaciones de los guías en las diferentes actividades realizadas.
Simplemente el río tiene el color
rojizo por los sulfitos de materiales pesados de los yacimientos, que por medio
de la actividad bacteriana existente en sus agua, se produce una oxidación
microbiológica de los minerales que son oxidados y expulsados al agua, tomando
por tal motivo el característico color. (En otras palabras, las bacterias comen
los metales, oxidándolos y defecándolos en el agua, a que así está más claro….)



Dejamos la Mina de Peña de Hierro, para que, una vez en nuestros coches, sigamos nuevamente al vehículo guía hasta la estación de ferrocarril privada del propio antiguo complejo de Riotinto.
Allí nos esperaba nuestro tren y nuestra próxima aventura hacia el descubrimiento...
FERROCARRIL MINERO
Como siempre algo de historia, de
la que pudimos aprender durante nuestra visita.
Durante la explotación de las
minas, en el período en que regentaba las mismas la empresa británica Riotinto
Company Limited, 1873, los minerales extraídos debían ser enviados a Inglaterra
por medio de barcos, que salían desde el puerto de Huelva, y hasta este punto
eran llevados a través de transporte animal, destinando para tal fin 10
días, con una gran limitación del peso por animal.
Llego la revolución industrial a Gran Bretaña, y desde allí, rápidamente se trasladó, por intereses propios del Gobierno y de la empresa, a las minas de Riotinto, creando un medio de transporte ferroviario propio y privado, que conectaba las minas con el puerto de Huelva, pasando de las limitaciones de transporte anteriormente indicadas a lo que una máquina de vapor, al principio, o una diésel al final, podía transportar. Este hecho unido a diferentes máquinas para la extracción de mineral, consiguieron aumentar la explotación de las minas.


Actualmente la Fundación Río Tinto ha conseguido restaurar unos 12 km de vía, así como varias locomotoras diésel, además de la locomotora de vapor en activo más antigua de Europa
El viaje, una vez iniciado,
transcurre paralelo al curso de Río Tinto, atravesando diferentes parajes que
nos muestran la historia abandonada de la minería en el parque, pudiendo ver
vestigios de la época romana y del período de la Revolución Industrial,
acompañados en todo momento de las aguas rojizas de nuestro río.
Restos de la actividad industrial existente en el pasado, que han llegado a crear verdaderas montañas artificiales de escoria, montañas más duras que el propio hormigón. Se puede llegar a observar la figura interior de las vagonetas que transportaban esta escoria incandescente.
Restos de edificios y maquinaria de las minas.
Restos de Minas Romanas, zonas de secado.
Seguimos el curso del río.
Tras recorrer los 12 km de vía
que han sido recuperados, llegamos a la estación de "Los Frailes", donde podemos bajar, y poder acercarnos
al río, recordando el problema que podría suceder en caso de llegar a contactar el agua con la ropa, por
lo que en todo momento evitamos los riesgos de caer a sus aguas.
Éste momento es aprovechado por los conductores de la máquina para poder cambiar la posición de nuestro medio locomotor.

Tras unas fotos de la principal
característica del río, su color, volvemos al tren, e iniciamos el recorrido de
retorno para poder observar detalles que en el primer trayecto se nos
escaparon, tal vez por estar pendientes de las explicaciones o por intentar ver todo lo que se descubría delante de nuestra vista.
Más puntuales que el actual AVE,
a las 15:00 h, llegamos a la estación origen/destino, bajamos de nuestro
anciano tren, y nos dirigimos a los coches para, en nuestro caso, volver cerca
del Museo y poder comer en un restaurante ubicado en las inmediaciones del
mismo.

NOTA IMPORTANTE: En caso de
decidir ir a comer a un restaurante de la localidad, el consejo es ir sin
perder el tiempo, dado que muchas son las personas que harán lo mismo, por lo
que la diferencia de llegar cinco minutos más tarde, se traslada en salir una
hora más tarde de comer.
La comida nos llevó
aproximadamente 1 hora (junto con el desplazamiento), motivo por el que al
salir del restaurante, coincidía con la hora de apertura de Casa 21, lo que nos
convenció para acercarnos hasta este lugar y poder hacer la última visita del
día. (También está incluido en el paquete completo, aunque lo habíamos
descartado por el tiempo del que disponíamos).
En la localidad existe un barrio inglés, llamado "Bella Vista", construido por la primera propietaria de la explotación minera, donde se ubicaron las viviendas destinadas al alojamiento de los responsables de la mina.
Entre estas viviendas, encontramos una con mayor protagonismo que el resto, denominada Casa 21, asignada al máximo responsable de la explotación minera.
Entre estas viviendas, encontramos una con mayor protagonismo que el resto, denominada Casa 21, asignada al máximo responsable de la explotación minera.
Ésta construcción muestra una
casa tradicional inglesa, de la época victoriana, con diferentes dependencias y
mobiliario.
Tras finalizar esta visita,
recorremos toda la sierra que rodea las Minas, parajes increíbles que nos
ayudan a llegar hasta la ruta de la plata, para, una vez en la autovía, iniciar
el camino de retorno a casa…
Notas de interés:
Hostal Restaurante Atalaya
Avenida de la Esquila 13 (Junto
al Museo Minero), Minas de Riotinto.
Teléfono 959592854 / 614486459
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